Category Archives: COVID-19

Con y sin sentido

Con y sin sentido

  

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Las buenas intenciones en muchas ocasiones son el buen inicio para un sinsentido. Olvidan, por la falacia de la composición, que lo que es bueno para la parte, no necesariamente es bueno para el todo en su conjunto. Algunos han ensamblado el decir que, de buenas intenciones está adornado el camino al infierno; siendo esta la manera popular de describir lo antes dicho.

Hay una diversidad de iniciativas legislativas en discusión en este momento que, en principio de buena fe, pretenden ayudar a palear la dura situación económica que se deriva de la pandemia sanitaria, que azota de manera inmisericorde el mundo, con un movimiento que se cierne hoy sobre América, como continente, sin dejar a Costa Rica exenta de esta cobertura, con una importante pérdida en el terreno ganado, que se avizoraba cuando se contrastan las relajaciones de medidas con las del resto de los países del orbe.

Las iniciativas que revisaremos tienen dos tendencias: Una fiscal y otra de inyección de recursos a la economía. Aspecto que indudablemente tiene efectos diversos en lo que, como país, debemos buscar, así como efectos secundarios que se pueden derivar.

El expediente número 21.444 pretende una mal llamada moratoria, que en realidad en términos propios es una exención temporal del impuesto de valor agregado a las siguientes actividades:

“a) Los arrendamientos de inmuebles destinados a viviendas, así como los garajes y anexos accesorios a las viviendas y el menaje de casa.

b) Los arrendamientos de locales comerciales.

c) El suministro de energía eléctrica residencial.

d) La venta o la entrega de agua residencial.

e) Las ventas, así como las importaciones o internacionales, de los bienes agropecuarios incluidos en la canasta básica, como las transacciones de semovientes vivos, la maquinaria, el equipo, las materias primas, los servicios e insumos necesarios, en toda la cadena de producción, y hasta su puesta a disposición del consumidor final.

f) Las ventas, así como las importaciones o internaciones, de los artículos definidos en la canasta básica, incluyendo la maquinaria, el equipo, los servicios e insumos necesarios para su producción, y hasta su puesta a disposición del consumidor final.”

Si estamos en la lectura sin análisis, hasta aplaudiríamos la iniciativa, ya que la propuesta da un alivio del impuesto a las actividades dichas por un plazo de seis meses.

La siguiente iniciativa procura, bajo el expediente 21963, exenciones – algunas redundantes con el expediente anterior – que se extenderían hasta la reactivación económica en vez de por un plazo definido. El proyecto atiende aspectos redundantes en exenciones de: electricidad, agua en diversos consumos, alquileres de PYME, entre otros.

Este proyecto tiene la condición agravada cuando se compara con el anterior, que modifica la norma misma del IVA en su artículo 8 de exenciones; haciendo a esta norma una norma permanente, aunque su intención y predicado sean temporales. De nuevo, el diablo está en los detalles y se requeriría de una nueva norma legal para eliminar o acabar con esta norma “temporal.” Una diabólica condición de dejar en forma permanente y de incierta corrección en el futuro indeterminado.

Por otra parte en el expediente 21.934 se promueve una iniciativa de orden expresamente sectorial que afectaría, de aprobarse, a los servicios vinculados al turismo. Estos servicios se iniciaron a gravar en la primera escala de sujeción al 4% el pasado 1 de julio. El proyecto pretende que el transitorio que regula la entrada en vigor creciente del impuesto de valor agregado, se lea de la siguiente manera:

“TRANSITORIO IX- Los servicios turísticos prestados por quienes se encuentren debidamente inscritos ante el Instituto Costarricense de Turismo (ICT) estarán exentos del impuesto sobre el valor agregado durante los dos primeros años de vigencia de la presente ley.

Asimismo, estarán sujetos a una tarifa reducida del cuatro por ciento (4%) durante el tercer año de vigencia de esta ley, y a una tarifa reducida del ocho por ciento (8%) durante el cuarto año de vigencia de esta ley. A partir del quinto año de vigencia de esta ley estarán sujetos a la tarifa general del impuesto sobre el valor agregado.”

Tienen en común los tres proyectos anteriores echar mano a la nueva norma del IVA, cuyo cumpleaños primero recién se cumplió el pasado 1 de julio. Desconocen los proponentes que esto erosiona las ya decrépitas cifras de la recaudación tributaria, de por sí alicaídas por el reciente “Alivio fiscal” que no será sino el dolor de parte de la Hacienda Pública que acumula un déficit oficial cercano al 10%.

Podemos esperar que ese déficit sea mucho peor por la caída de la actividad económica real, la producción de bienes y servicios que no se estimula por tocar el impuesto de valor agregado, al que, siendo el juguete nuevo de unos y otros, de alguna forma, la “ramera del momento”, todos han tratado de meter mano y lo han logrado, sin resistencia de la norma, que ha sido facilona, simplemente para hacer la ficción de la reactivación.

El IVA requiere de transacciones para ser sujetas al impuesto. Esto no se logra prostituyendo aún más la trastocada norma. La política económica no puede depender exclusivamente de la eliminación a pocos de los tributos, como se propone, aunque sea de forma parcial o temporal. Debemos entrar en conciencia, la pandemia económica que enfrentamos debe ser atendida de manera resuelta, tanto como la sanitaria.

La COVID 19 mata, la otra mata la creación de la actividad económica, destruye la dignidad misma del ser humano: su derecho al trabajo en condiciones adecuadas en lo económico y lo social, de lo que ha dependido siempre la paz social.

La crisis económica que debemos enfrentar requiere de esfuerzos muy distintos a seguir poniendo parches de apariencia, aunque su intención sea buena, su efecto es nefasto.

Otro proyecto que se encuentra en la corriente legislativa es el que corre su suerte bajo el expediente 21.967. El único que de forma limitada, pero adecuadamente direccionada supera la visión de que es el Estado el que debe hacer por medios de ayuda que demeritan y desmejoran las condiciones de la empresa, el emprendedor y el empresario.

Este expediente apunta a la dirección correcta: La inyección, repito tímida y limitada, de recursos frescos a la economía para la activación de la misma. Mediante una modalidad de emisión monetaria que debe hacer el Banco Central de Costa Rica, el cual usaría las estructuras de los bancos comerciales – pero fuera de los recursos de libre administración de éstos – para conducir la elegibilidad y cumplimiento de requisitos del crédito de corto plazo, así como su cobranza.

Los créditos que en estas condiciones se establezcan se deben colocar a la mayor celeridad. Serían créditos sin intereses, a un plazo máximo de tres años. Su valor es equivalente a tres meses de planillas, cargas sociales y gastos financieros de otras operaciones que el sujeto de este beneficio tenga a la fecha de la operación.

Para ser elegible, las condiciones son no haber reducido la planilla o de inmediato reestablecerla por niveles equivalentes al 75% de la misma previo a la reducción de ésta; así como ser o inscribirse como contribuyente en el sistema tributario general, no el régimen simplificado y estar al día o tener arreglos de pago con la seguridad social, o bien, regularizar esta situación también.

Las virtudes de este proyecto son diversas. Por una parte promueve la formalización de los informales, la eliminación del disfraz de formalidad conocida como régimen simplificado, el fomento del empleo y las consecuencias virtuosas que este genera. No excluye por tamaño de empresa, solo a través de condiciones objetivas, lo que permite una accesibilidad universal.

Fomenta la preservación o reconstrucción del empleo formal, así como la estimulación de las capacidades de consumo de esos empleos nuevos o reestablecidos. Ataca uno de los efectos más nefastos de la pandemia económica, que es una tasa de desempleo que puede estar acercándose de manera acelerada al 20% de los nacionales, si creemos en los datos de solicitud de bonos proteger que llega al millón de solicitudes. Más del 20% de la población económicamente activa indudablemente.

A la banca comercial se le pone una retribución por sus servicios de gestión y colocación. Un aliciente para acelerar la colocación, que se compone de una comisión estructurada de la siguiente manera:

a) Primer mes: 2% sobre el monto de los préstamos colocados

b) Segundo mes: 1,5% sobre el monto de los préstamos colocados

c) Tercer mes: 1% sobre el monto de los prestamos colocados

Esto pone exigencia de acción a la banca comercial del Estado. Parte de las condiciones de otorgamiento de crédito, según el proyecto, es que los indicadores financieros de la banca no serán afectados. La administración de los fondos será a través de sus unidades fiduciarias y una vez que lleguen los pagos de parte de los potenciales deudores, el dinero se “des-emite”; es decir, se saca de circulación y se devuelve al Banco Central para evitar efectos sistémicos en la economía.

El monto máximo de la emisión para este propósito es equivalente al 5% del PIB de 2019, lo que garantiza a la vez que la interrelación con otras variables no deseadas de posibles efectos cambiarios e inflacionarios, cuente con un tope de garantía, para que unos y otros, lo aprueben de manera expedita.

¿Qué nos gustaría ver sobre este proyecto?

Primero, que se le dé vía rápida. Esto quema las manos todos los días que pasan sin estímulo. Así mismo, que sea más ambicioso, cuando vemos la capacidad de otros países de nuestro nuevo club de ricos – la OCDE – haciendo inyecciones de estímulos de billones de unidades de moneda fuerte, es indudable que, aunque sus modalidades sean de entregas sin repago, no tenemos dichas capacidades, ni es culturalmente apropiado fomentarlas.

A la vez, una de las características que nos parece fundamental ambicionar es la de la condición revolutiva del programa, con topes de 5% por semestre y no por programa total, por un tiempo limitado a la duración de la pandemia económica y financiera que nos agobia. Esto debe definirse en términos objetivos en el año en que crezcamos en términos reales de manera sostenida, al menos por dos ciclos anuales en términos reales, por encima de la tasa de posible inflación.

Por el momento en que se encuentra este proyecto – aún en comisión – es un buen tiempo para que se le incorporen medidas de esta naturaleza.

Hay que actuar rápido, es un proyecto que, de aprobarse en tres meses, es absolutamente extemporáneo. Hay que tomar decisiones a riesgo de equivocarse, tampoco debemos tener miedo a los errores, pues ya los hemos cometido en el pasado y no dejaremos de hacer – aunque nos lo propusiéramos – en el futuro. Debemos apostar por el país y sus creadores de riqueza y empleo, que ambos fomentan el cimiento de la capacidad de seguir adelante en la tarea de reconstrucción de la economía.

A la vez, que se mantengan las condiciones de garantía en meras garantías fiduciarias, sea el aval de la empresa y sus socios, lo que crea escrúpulos que distinguirá entre los que necesitan y los improvisados y oportunistas; enfocando los fondos en quienes estén efectivamente comprometidos en reconstruir país.

Son las iniciativas que tiendan a esta dirección de orden múltiple, empleo, producción, formalidad, las que vemos como sustentables. La política fiscal de alivio solo aplica cuando hay actividad económica, es poco o nada lo que aporta diferir la entrada en vigor del IVA un sector como el turismo, que experimenta por primera vez una temporada cero.

Publicado en La República el martes 14 julio, 2020

 

Documentación de Precios de Transferencia por el COVID-19 

Documentación de Precios de Transferencia por el COVID-19 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

El impacto que ha generado la pandemia tanto a las empresas nacionales como multinacionales se va incrementado. Las empresas van adoptando nuevas normas y buscan administrar de manera más eficiente los recursos. Aplican planes de continuidad comercial de acción rápida para, de esta forma, lograr sobrellevar de una mejor manera su negocio y así mantenerse operando.

Las empresas no deben enfocarse solamente en su operación comercial con el objetivo de asegurar su continuidad; sino que al gestionar los desafíos ocasionados por el COVID-19 no deben olvidarse de las obligaciones tributarias, en especial el tema de Precios de Transferencia.

Deben gestionar los riesgos fiscales mediante la preparación de documentación de precios de transferencia para respaldar sus transacciones con partes relacionadas, e implementarlas de la mejor manera para defender sus posiciones de precios de transferencia. Las fiscalizaciones continuarán y es posible que aumenten producto del COVID, donde las Administraciones Tributarias van que querer comprobar que todos los ajustes de la operación con relacionadas que se hicieron en época de crisis cumplen con el principio de plena competencia.

En las futuras fiscalizaciones, las empresas que han sobrevivido a la crisis deberán experimentar grandes desafíos. Las Administraciones Tributarias ejercerán ajustes, argumentando que las pérdidas grupales producto del COVID-19 deberían haber sido asignadas en otros países y no donde la empresa es contribuyente. Aquí será críitica la documentación, tanto a nivel de documentación local como la del master file, que debe probar la cantidad de pérdidas atribuidas a cada jurisdicción.

La pregunta que como empresa se debe realizar es ¿Qué debo preparar ante esta situación?

Lo primero es realizar una revisión de sus políticas de precios de transferencia actual, donde sea posible determinar si continúan siendo las apropiadas dados los cambios en su esquema de negocio y la nueva realidad económica a la que se debe enfrentar.

La documentación es crítica para demostrar por qué es apropiado mantener las políticas de precios de transferencia actuales o más bien resulta necesario alejarse de ellas.

Considere lo siguiente para definir las políticas de Precios de Transferencia y su documentación:

  • Los impactos del COVID-19 en la productividad, así como cualquier disminución en la demanda de los servicios prestados;
  • La afectación del COVID-19 en la rentabilidad del grupo multinacional y cómo esto se está distribuyendo en las empresas que lo conforman;
  • Revisar cómo se asigna el riesgo en el grupo económico y cualquier cambio ejecutado en esta área;
  • Cuantificar los costos adicionales en los que se ha incurrido como: costos de reestructuración, gastos de publicidad, amortización de inventario;
  • Cualquier restricción en los movimientos de personas y producto.

Aunque quizás no sea uno de los primeros desafíos que las empresas mantengan en sus horizontes, las implicaciones de los precios de transferencia de las respuestas a la crisis de Covid-19 conllevan un riesgo sustancial para la forma en que los grupos económicos desarrollan sus operaciones.

Los grupos económicos deben comprender que es necesario adoptar un enfoque coherente de sus decisiones relacionadas con los precios de transferencia a medida que reconfiguran sus sistemas y cadenas de suministro en todo el mundo.

La recomendación es considerar las implicaciones de los precios de transferencia al formular las respuestas a la crisis de Covid-19 y revisar las implicaciones de las decisiones ya tomadas tan pronto como sea razonable. Además, desarrollar cuanto antes la documentación soporte que permita demostrar que sus políticas de precios de transferencia obedecen a la realidad económica que enfrentan como consecuencia del COVID-19.

Con el panorama descrito es vital que los contribuyentes se asesoren correctamente para así cumplir con la documentación soporte de las transacciones llevadas a cabo con partes relacionadas y de esta forma evitar cualquier tipo de contingencia que pueda surgir en el tema de Precios de Transferencia. Es fundamental que la historia se escriba y describa de forma detallada en la documentación de abajo hacia arriba, pero sin duda, debemos concentrar esta documentación de manera especial en el asunto las decisiones inusuales que como grupo económico hubo que tomar. Por ejemplo, desde la estructuración, la relocalización, la centralización funcional, la comparabilidad de estos actos respecto de las estructuras pre Covid-19, con respecto a las indispensables de tomar en esta época de retos singulares.

Nuestro equipo experto en la materia se encuentra a su disposición para en conjunto lograr el debido cumplimiento de esta obligación.

Carlos Solís Marin – Consultor Precios de Transferencia 

Impuestos ¿Para qué?

Impuestos ¿Para qué?

  

 

 

 

 

 

 

 

 

Esta es una pregunta que es bien probable que usted y muchos de los lectores se han hecho. Ya sea una o varias veces en su vida, y si no lo ha hecho aún es probablemente porque no se ha percatado que los mismos existen, viven y conviven con todos nosotros desde nuestro nacimiento y hasta nuestra muerte. En algunas jurisdicciones acompañan hasta el más allá a través del impuesto de las sucesiones.

Cuando enfocamos esta pregunta nos enfrentamos a la realidad contrastante de querer que, de una buena vez, esta pandemia sanitaria causada por el virus SARS COV 2 – que produce la Covid 19 – sea exterminada. Eliminando todos los virus del planeta, sin entender que esto sería auto-exterminar la vida misma. No todos los virus son dañinos y más bien, algunos son indispensables para la conservación de la salud y del ecosistema que permite la vida.

¡Qué paradoja! Así como no todos los virus son malos, tampoco todos los impuestos lo son. Aunque el termino bueno o malo no lo uso aquí en una connotación moral ni ética, sino en un sentido lato.

Es decir, en el sentido de uso común del término, sin alusiones de orden ideológico.

Más bien es en contraposición al bienestar, o, dicho de otra manera, queremos ver en los conceptos, por motivos culturales, representaciones de bien o mal en blanco o negro, cuando la vida no es necesariamente binaria a pesar de que se pueda representar informáticamente así. Puede, en contraste, que los impuestos nos gusten o no, a mí no me gustan y creo que esta es la situación de muchos de nosotros.

No todos los impuestos son malos y tal como sucede con los virus, sin quienes la vida sería biológicamente inviable, debemos entender que, sin impuestos, la vida en sociedad tampoco lo sería, en particular en la versión del Estado democrático moderno.

Se debe distinguir entre los virus y los impuestos que construyen vida de los que no. Si se dejan a la libre, uno como el otro, pueden destruir la fuente misma de vida. En el caso de los impuestos, la generación de la riqueza sobre la que recaen, su base imponible, simplemente se destruirá y reconstruirla no es labor fácil ni rápida.

Los detractores de las vacunas, por ejemplo, son personas que ya por experiencias propias o ajenas han visto consecuencias no deseadas en personas concretas, que en efecto ocurren en casos singulares y que han alimentado este movimiento. También lo están quienes sin respetar el criterio del beneficio a la comunidad se enfrentan al virus de SARS Cov 2, como si esta fuese una opción personal sin considera el efecto entre quienes queremos mantener la vida en la medida que logremos prevenir contagios con lo que cada quien de nosotros puede aportar, que es su conducta propia y la de sus núcleos propios. En la vida en comunidad, estas consideraciones, aunque respetables deben ceder espacio al bien común de las mayorías.

¿En materia de explicar el por qué existen los impuestos? Debemos entender que los mismos son resultado de la evolución del estado feudal al Estado Moderno, en la versión de este que entiende que la función social de la producción es del sector privado y la del cumplimiento de objetivos de orden social al Estado, es el modelo de un Estado no solo Moderno, sino Democrático. Los impuestos son medios, no fines en sí mismos, por lo que los fines lo son sus usos, siendo el impuesto, en la gama de los tributos el o los medios para alcanzar unos fines.

Los fines en una sociedad democrática, deben pasar por una valoración del pueblo representado por el Poder Legislativo, ya que es este el llamado, ya por iniciativa propia o del Poder Ejecutivo, alinear de forma deseablemente coherente, los objetivos a alcanzar, con las formas en que los mismos se alcanzarán.

Hoy Costa Rica se enfrenta, como muchos Estados a una tarea titánica de revisar profundamente no solo la clase de Estado que desea tener hoy, sino el que de manera responsable vamos a heredar a nuestras próximas generaciones. El Estado del pasado, diseñado por nuestros padres o abuelos, no es sustentable económicamente hoy, no podemos quedarnos sentados de brazos cruzados para que sea el cruel ajuste de mercado el que auto componga la crítica condición fiscal.

Estamos en las puertas de optar por suscribir-no negociar- un acuerdo tipo Standby, con el Fondo Monetario Internacional, esta opción es la mejor que tiene el país para poder resolver temas concretos de corto plazo, con condiciones que implican la resolución de asuntos que como sociedad venimos postergando, negando, ignorando o simplemente, por lo incomoda que es la posibilidad de salirse del estatus quo, se consideran diabólicas.

La elocuente ignorancia del presidente de la República, cuando hace semanas dijo que iba a pactar términos, pero no aceptar condiciones, solo puede ser visto en buena fe, como la elocuencia de su incapacidad y la de su equipo económico, o como la maldosa posición de buscar culpables y chivos expiatorios fuera de lo que corresponde al deber ser de la reforma integral y urgente del Estado, para que de manera ordenada y no en manos de las fuerzas del “mercado”, simplemente se nos venga una pandemia económica que destruya la riqueza-cada vez más escasa y altamente concentrada-que solo aumenta el ciclo del desempleo y la pobreza abrumadora.

Iniciar las conversaciones con el Fondo Monetario Internacional, lo es hacerlo con la comunidad internacional en su conjunto, es decir, con sus 189 miembros actuales, los que no verán bien, que de llegar a un acuerdo, incumplamos el mismo, ya que estos acuerdos Standby, son inyecciones dosificadas de recursos contra cumplimiento de objetivos concretos de reducción de las causas que dan origen a la necesidad de estos recursos extraordinarios, misma que la encontramos en dos componente fundamentales: el tamaño y costo del Estado y la calidad y cantidad de los impuestos que pagamos los costarricenses que sí tributamos, pues son muchos y siempre los mismos, quienes no lo hacen por su condición de privilegio legal o de privilegio administrativo.

El tamaño, el costo, la eficiencia, el costo de servir a los fines de nuestras instituciones es sencillamente el gran postergado de la discusión, donde los sectores sindicales, los gobiernos de turno y su escandaloso contubernio nos han llevado al estado actual de las cosas fiscales.

En materia de este posible acuerdo-no negociación-con el Fondo, hay compromisos que se tasan en esta línea de costo y tamaño del Estado, donde se requiere de voluntad, inteligencia y determinación por parte de las autoridades del Poder Ejecutivo en primera instancia y normas de acompañamiento de orden legislativo.

En buen costarricense ha llegado la hora de “partir el ayote”, a tal fin se requiere de tres insumos: ayote-que lo hay- un buen cuchillo, que lo podemos hasta alquilar si no lo tenemos, creo que en materia de inteligencia y talentos sí los hay, así como voluntad, aquí amigos no hay “voluntad de alquiler”, esta es una labor exclusiva del presidente y su equipo económico, que requiere de hablar con la verdad, aunque sea la primera vez, pero lo deben hacer ya, no seguir engañando a la población en la existencia de otras pócimas mágicas, que no las hay.

En materia de impuestos vemos con dolor y desanimo el retorno del jerarca de Tributación, quien ha tenido por años sin fin, la responsabilidad incumplida de luchar contra la evasión y la elusión, pero más aún, la gran batalla pendiente con los omisos, la cual parece es el único sector que celebra su retorno por inopia y beneficio propio de esta gran masa de no contribuyentes, este es el concepto de los que no pagan por privilegio administrativo-inacción o complicidad de Tributación- da igual, como el privilegio legal que requiere reformas en el Congreso para que todos contribuyamos.

Una sociedad de la que nos beneficiamos todos, debe ser igual y equitativamente ser financiada por todos, cada quien, según su capacidad actual y efectiva de contribuir, pero no se vale, usar, pedir, demandar y tener ciudadanos de categoría de pagadores solamente, como la tenemos hoy, contrastado con una sociedad de beneficiarios de la vida en común, donde sus contribuciones o no las son o se limitan a muy poca cosa.

El ajuste que se dará con el acuerdo-no negociación, los que ya entendieron les pido disculpas por la reiteración, pero es para que los funcionarios empezando por el presidente entiendan-será doloroso tanto para el sector público, como el sector privado, pasará por el recorte del tamaño, las prebendas y beneficios abusivos del sector público, llevándolos a reducirse a lo que podemos financiar con tributos, así como un aumento de la ya de por sí alta carga tributaria.

Aquí no queda santo con cabeza, excepto que optemos por seguir manteniendo una sociedad democrática de dos pisos: el de los pagadores, que seremos cada vez los menos y el de los privilegiados que lo serán mientras el Estado no caigan en condiciones de impago, que sería la consecuencia de no llegar a este acuerdo, pues el mensaje al resto de los miembros del Fondo es, que no tenemos voluntad de partir el ayote, acto impostergable.

 Publicado en La República el martes de 07 julio, 2020

Financiamientos intragrupo en tiempos de pandemia

Financiamientos intragrupo en tiempos de pandemia

 

 

Como consecuencia de la emergencia sanitaria que se vive a nivel mundial existe una clara inestabilidad en el entorno económico y financiero en el que se desenvuelven los grupos multinacionales.

Las empresas que conforman los grupos enfrentan desafíos que se manifiestan a través de cambios abruptos en la demanda y oferta, precio de insumos, costos incurridos, entre otros. Los mercados no se están comportando de manera típica, lo que plantea en el plano de primera línea retos gerenciales indudables, luego conllevara las consecuencias que veremos.

El flujo de efectivo y la liquidez constituyen un pilar fundamental en las decisiones tomadas dentro de las empresas que forman parte de dichos grupos multinacionales; se busca causar el menor impacto a través de la activación de:

  • Ajustes a los financiamientos actuales
  • Nuevas condiciones de cobranza y modificaciones en la gestión de pago de proveedores.

Lo anterior debe ser llevado a cabo en el marco de una revisión de las políticas de Precios de Transferencia a nivel de grupo; con la finalidad de reducir los riesgos a los que se enfrentan las empresas que lo conforman ante eventuales fiscalizaciones por parte de las Administraciones Tributarias.

Ajustes a los financiamientos actuales

Las transacciones financieras existentes desde períodos anteriores se enfrentan a entornos distintos a los que existían cuando se pactaron.  Surge la necesidad de ejecutar nuevas transacciones entre empresas asociadas dados los requerimientos de recursos para la adecuada operación.

Además de los financiamientos formales a corto y largo plazo, los grupos multinacionales cuentan con otras alternativas financieras como las operaciones de cash pooling.

Respecto a los financiamientos a corto y largo plazo, ante la falta de liquidez, las empresas que pertenecen a un mismo grupo económico pueden renegociar condiciones de pago, aprovechar las tasas de interés preferenciales que ofrece el mercado financiero o contemplar posibles cambios de moneda.  Puede que tenga recursos ociosos en una jurisdicción y gran faltante en la otra y por las condiciones, requieren y acceden a los mismos sin mayores miramientos a la forma.

Dichos financiamientos deben ser documentados de forma que sirva de respaldo a la sustancia económica de la transacción. Se debe documentar los términos y condiciones que cumplan con el principio de plena competencia. La documentación es el elemento fundamental de la carga de la prueba del contribuyente y, en ese sentido, la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) establece en la publicación “Transfer Pricing Guidance on Financial Transactions”, realizada en febrero 2020, algunos parámetros que sirven de referencia para una adecuada documentación.

La OCDE hace hincapié en la necesidad de llevar a cabo la delimitación precisa del financiamiento intragrupo, recalcando la relevancia de realizar un análisis exhaustivo de los términos contractuales de la operación, las funciones realizadas, los activos utilizados y riesgos asumidos, las características del producto/servicio financiero, las circunstancias económicas que rodean la transacción y las estrategias de negocio.

Señala que para la determinación del tipo de interés a valor de mercado en los préstamos intragrupo se deben considerar factores como: (1) las perspectivas de los involucrados, (2) calificación crediticia del que solicita el financiamiento y la calificación crediticia de una emisión de deuda específica, (3) el respaldo proporcionado por el grupo al que se pertenece, (4) la garantía que se establece en respuesta al financiamiento y (5) las tasas y cargos asociados a la transacción.

La alternativa de garantías permite que las empresas que cuentan con mayor solidez económica dentro del grupo multinacional garanticen los créditos de las empresas operativas; con la finalidad de poder negociar ampliaciones de créditos o tasas de interés más competitivas. A través del cash pooling es posible agrupar el efectivo existente en una sola entidad para obtener mejores rendimientos por los excedentes y generar eficiencias derivadas de la reducción de costos de solicitar nuevos financiamientos y evitar el pago de pólizas de crédito.

Ante operaciones de garantías y cash pooling, la OCDE también recomienda la definición precisa de las circunstancias y los hechos alrededor de las operaciones; los cuales son especificados en el acuerdo existente y, a partir de ello, se justifica la retribución realizada al gestor de los saldos o al garante, puesto que la participación de cada parte involucrada se encuentra en función del beneficio que espera obtener dado el aporte realizado. El principio que prima es el del riesgo que se asume aún al otorgar garantías o gestionar por cuenta y nombre de un relacionado el financiamiento, partiendo de la realidad que si esta intervención no fuera valiosa, la entidad por sí misma habría efectivamente conseguido los recursos.

Nuevas condiciones de cobranza y modificaciones en la gestión de pago de proveedores

Entre empresas pertenecientes a un grupo multinacional normalmente existen cuentas por cobrar y por pagar que se asocian a la distribución de funciones dentro del grupo multinacional y que, por ende, responden a las relaciones comerciales entre empresas vinculadas.

En términos de Precios de Transferencia, los períodos de rotación de dichas cuentas son revisados.  Dependiendo de su comportamiento, las cuentas podrían constituir financiamientos implícitos en los que, como parte de su análisis de Precios de Transferencia, su tasa de interés se contrasta con la que cobrarían entidades financieras independientes ante transacciones financieras con características similares.

En épocas de pandemia es probable que los períodos de rotación de las cuentas por cobrar y por pagar aumenten por la afectación de la crisis; lo cual se traduce en disminuciones en el flujo de caja que conllevan a que las empresas se enfrenten a mayores dificultades para efectuar sus pagos.

Esta situación, sumada a que no todos los grupos multinacionales cuentan con políticas de tasas de interés para las transacciones financieras derivadas de las relaciones comerciales entre sí, expone a las empresas asociadas a escenarios de riesgo sustanciales.

Es fundamental insistir en que la búsqueda de más y mejores oportunidades de financiamiento intragrupo en los grupos multinacionales debe estar en sintonía con unas políticas de Precios de Transferencia robustas y la consecuente documentación oportuna. Ante escenarios extraordinarios como el que se está viviendo actualmente, los contribuyentes deben ser capaces de demostrar ante las Administraciones Tributarias que su condición responde a motivos de mercado y no a sus operaciones con empresas vinculadas; principalmente cuando se trata de traslados de fondos cuyo costo de oportunidad tiene injerencia directa en la determinación de la base imponible de las empresas; dadas las normas de subcapitalización en los distintos países.

En Grupo Camacho Internacional se cuenta por personal altamente capacitado para asesorarlo en esta materia; por lo que lo invitamos a contactarnos para atender sus inquietudes al respecto.

 

Cincos Prioridades Estratégicas

 

Para incrementar su preparación pospandémica y ser un ganador en el nuevo mundo, hemos identificado cinco prioridades estratégicas para desbloquear la transformación empresarial. A medida que avanzamos por el camino futuro de la incertidumbre, el riesgo de quedarse quieto y no invertir en la transformación, da como resultado una serie de riesgos que finalmente conducen a la pérdida de participación en el mercado.

Entonces, ¿cómo es la transformación del negocio? Los líderes empresariales deben adoptar una mayor agilidad para anticipar los cambios y mitigar su impacto. Para impulsar el cambio, se deben hacer preguntas difíciles dentro de las salas de juntas. Este informe lo ayudará a hacerlo.

Las cinco prioridades estratégicas que presentamos en este informe vienen con las preguntas que deben explorarse y los objetivos de alto nivel que debemos procurar lograr. Las cinco prioridades estratégicas para aumentar su preparación pospandémica son:

1. Aceleración digital
2. Transformación de la fuerza laboral
3. Perspicacia comercial del consumidor
4. Gestión de costos
5. Reinvención de la cadena de suministro

 

Información publicada originalmente por HLB Internacional

Reinvención de la cadena de suministro

 

La pandemia ha descubierto una variedad de problemas e ineficiencias en las cadenas internacionales de suministro. Un desafío común es reemplazar o aumentar los procesos manuales que dependen de la acción de los individuos. Por ejemplo, ingresar información de forma manual -ya sea para surtir pedidos o realizar una multitud de tareas- puede retrasar fácilmente y ralentizar el proceso de la cadena de suministro. Los análisis de datos para informar los procesos de adquisición y la toma de decisiones acerca de los requerimientos de inventario pueden hacerse más eficientes mediante el uso de la tecnología digital.

 

El objetivo

Los líderes empresariales deben aumentar los procesos manuales dentro de la cadena de suministro en la medida que sea posible. El uso inteligente de tecnología como AI y Blockchain puede hacer que las comprobaciones de inventario y el seguimiento del envío sean mucho más fáciles.

 

Preguntas difíciles que deberán hacerse acerca de la gestión de la cadena de suministro:

 

  1. ¿Dónde podemos recortar la intervención humana y aumentar nuestra cadena de suministro?
  2. ¿Cuáles son los puntos débiles en nuestra cadena de suministro que la crisis del COVID-19 ha descubierto?
  3. ¿Hay beneficios en el abastecimiento más cerca de la compañía?
  4. ¿Debemos reconsiderar nuestros procesos de adquisición para buscar proveedores?

Gestión de costos

 

El futuro previsible sigue siendo incierto y en tiempos de incertidumbre, el efectivo es el rey. La pandemia ha puesto de manifiesto la importancia de la preservación del efectivo y el control de costos. El control estratégico del efectivo y la gestión del efectivo serán clave para la supervivencia de las empresas en tiempos de cambio. La clave para su constante supervivencia será su capacidad para adaptarse rápidamente a las interrupciones de la actividad comercial imprevistas.

 

El Objetivo 

Los líderes empresariales deben centralizar el efectivo cuando sea posible y optimizar la eficiencia operativa y la productividad.

 

Preguntas difíciles que deberán hacerse sobre la gestión de costos y la eficiencia:

 

  1. ¿Cómo podemos reducir los costos sin reducir la calidad?
  2. ¿Cuál es el impacto a largo plazo de la reducción de costos a corto plazo?
  3. ¿Cómo optimizo mi estrategia fiscal internacional para facilitar el flujo de caja
  4. ¿Qué parte de nuestras operaciones podemos automatizar para aumentar la
    productividad y ahorrar costos o aumentar los márgenes de beneficio?
  5. ¿Cómo centralizamos la disponibilidad de efectivo?

Perspicacia comercial del consumidor

 

Los resultados de la Encuesta global de líderes empresariales de HLB revelaron que antes de la pandemia, solo el 24% de los líderes empresariales planeaban centrarse en la perspicacia comercial de los clientes en 2020 para fortalecer sus actividades
comerciales. Pero en un mundo pospandemia, identificamos la perspicacia comercial del consumidor como una de las cinco prioridades estratégicas para tener éxito. Es probable que los deseos y necesidades de sus clientes actualmente sean diferentes de lo que eran antes. Con el gasto de los consumidores en declive, las empresas B2C en particular necesitan asegurarse de que sus productos, canales de venta, servicio al cliente y mensajes de marca satisfagan los nuevos requerimientos de su cartera de clientes.

El Objetivo

Las marcas necesitan mantener la lealtad y confianza del cliente. Para mantener la lealtad, los productos y servicios deben ajustarse a los nuevos requerimientos de los clientes. Para ganar confianza, las empresas deben informar acerca de las medidas que han implementado para mantener a su personal y clientes seguros.

 

Preguntas difíciles que deberán hacerse acerca del comportamiento y perspicacia comercial del consumidor:

 

  1. ¿Cuál es el impacto a largo plazo de la pandemia en la percepción del consumidor?
  2. Si las necesidades y los requerimientos cambian rápidamente, ¿estamos listos para satisfacerlos?
  3. ¿Cómo podemos reafirmar la confianza y mantener la lealtad del cliente?
  4. ¿Qué hemos aprendido sobre nuestro servicio al cliente y nuestra gestión?

El mundo pospandémico surge

En los albores de la nueva década, los líderes empresariales no hubieran podido prever la ola de choque llamada COVID-19 que estaba a punto de golpear al mundo. Antes de la pandemia, HLB realizó encuestas a líderes empresariales de más de 50 países durante el último trimestre de 2019. Según nuestros hallazgos, la incertidumbre económica surgió como la principal preocupación entre los encuestados. Hoy día emerge un nuevo mundo, un mundo pospandémico en el que los líderes empresariales no solo enfrentan la recesión económica que esperaban, sino una economía global y un entorno empresarial mucho más trastornados.

¿Cómo navegaremos por este nuevo mundo? ¿Cómo será el camino hacia la recuperación económica? ¿Cuáles son las implicaciones para mi negocio? ¿Cuál es el efecto a largo plazo en la percepción y el comportamiento del consumidor?

Si bien una recuperación económica en forma de V sería el mejor resultado para la mayoría, existe la posibilidad de que la recuperación sea más lenta.

Sin una vacuna o inmunidad generalizada, existe el riesgo de una segunda ola de contagio, lo que podría llevar a una segunda disminución de la actividad económica o incluso a otra ola de medidas de confinamiento. Este es un escenario catastrófico que requiere una gran resistencia para resistir la tormenta una vez más.

Pero los desafíos posteriores a la pandemia van más allá de la incertidumbre económica y la recuperación. Hay cambios permanentes en la forma en que operan las sociedades, y las empresas en todos los sectores deben cambiar a una nueva estrategia y adaptarse para tener éxito en el nuevo mundo.

Una mayor agilidad es la superpotencia que separa los modelos de negocio exitosos de aquellos que se quedarán rezagados en el futuro cercano.

Por Jim Bourke,  Líder Asesor Internacional, HLB

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Transformación de la fuerza laboral

 

El bienestar de su fuerza laboral está directamente relacionado con el desempeño empresarial. En el mundo pospandémico, la interacción entre las personas, tanto en el lugar de trabajo físico como a través de plataformas de colaboración digital deben ajustarse para adaptarse a un modelo de trabajo más ágil. Esto también incluye arreglos más flexibles para aumentar o reducir el tamaño de la fuerza laboral con mayor facilidad dependiendo de las necesidades empresariales. La clave del éxito es fomentar una cultura flexible y abierta dentro de la organización.

 

El Objetivo

 

Los CEO deben transformar su fuerza de trabajo en un modelo más ágil que les permita aumentar y reducir el tamaño de los equipos con mayor facilidad, dependiendo de las necesidades de la empresa. Los equipos deben adoptar plataformas de colaboración digital y nuevas formas de interacción en entornos de trabajo físicos restringidos.

 

Preguntas difíciles que deberán hacerse sobre el futuro del trabajo:

 

  1. ¿Cómo es el futuro del trabajo?
  2. ¿Cómo construimos un modelo de fuerza laboral más ágil que permita una mayor
    flexibilidad en base a las necesidades empresariales?
  3. ¿Cómo impulsamos un cambio cultural hacia la colaboración digital y una mayor agilidad?
  4. ¿Cuál es el impacto de los lugares de trabajo físicos restringidos y remotos en la productividad y el bienestar del personal?

 

 

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