¡Lo que tengas que hacer hazlo ya!

El año fiscal 2022 tiene una serie de elementos que le hacen singular.

Los tomadores de decisiones en las empresas y negocios nos hemos inhibido de actuar o tomar algunas decisiones importantes por diversidad de elementos como la incertidumbre electoral en el país, en la que gastamos los primeros cuatro meses del año en un impasse de larga espera.

El resultado, insospechado para muchos en la segunda ronda, fue un “decir basta” por medio del poder del voto y un dar paso a una opción que, por sus primeras acciones, denota que es algo ni siquiera cercano a lo acostumbrado en los gobiernos de partidos tradicionales del país.

Esta situación singular hizo que el presidente electo – creo que igual o más sorprendido que algunos espectadores – corriera para conformar un gabinete que, a diferencia de la tradición, no eran los que siempre estaban en cola, a la espera de entrar por la puerta con su tiquete y derecho de silla en el Ministerio, Presidencia ejecutiva o cualquier otra posición de servicio público.

Con una metodología de carácter no tradicional se integra poco a poco un gabinete y el resto de las posiciones en el Poder Ejecutivo e instituciones autónomas y semiautónomas.

Su estilo absolutamente diferente de relaciones con el público, en especial con los megáfonos de la prensa, marca el terreno, dejando claro que estilo y equipo pueden ser los ingredientes para tener resultados diferentes a los del largo letargo que hemos vividos como sociedad y empeorado en las últimas administraciones.

Como preámbulo a la nueva administración y en mero transcurrir de la transición del poder, el país sufre un ataque cibernético masivo de instituciones criticas para la entrega y rendición de cuentas. El Ministerio de Hacienda y la Caja Costarricense de Seguro Social son solo un par de decenas más que, de igual importancia para la gestión pública, fueron afectadas.

Llegamos a junio con una turbulencia severa, que hacía de difícil predicción las decisiones de actores económicos, tanto de las instituciones estales como de los agentes privados, empresas y empresarios, que es donde se genera la riqueza.

Algunos golpes de timón hacen ver en la presidencia de la República una institución con carácter y conductas inusitadas, sin sutilezas, sin ambages, sin ganas de querer ser simpático, pues tampoco le nace de natural al presidente serlo.

Lo cierto es que la responsabilidad de gobernar dista mucho de ser un concurso de belleza o de popularidad y simpatía. Parece claro que el presidente sabe que esta es la cancha en la que le toca jugar.

Unos aplauden y otros protestan. El arte de gobernar no es quedar bien con todos sino hacer bien aquello que, en ponderado equilibrio de fuerzas, sea lo que provoque en el corto, mediano y largo plazo los más eficaces y eficientes resultados, con lo que en ocasiones múltiples habrá que incomodar a quienes estaban sentados en la poltrona del estatus quo.

Ya transcurrido el primer semestre del año, aclarados en la medida de lo viable los nublados del día, es indudable la necesidad de ver prospectivamente lo que resta del año. Planear las acciones de gestión tributaria en las empresas y administrar los costos y riesgos que esto implica.

El segundo semestre, además, tiene un evento extraordinario que hará del mes de diciembre un mes largo y anticipado. Del 21 de noviembre en adelante, el Mundial de Fútbol con la participación de nuestro equipo patrio, acortará significativamente los meses de efectiva focalización en lo importante y urgente de atender para el cierre fiscal. Una vez acabe el Mundial será ya época navideña.

Inicios de julio es el momento oportuno para llamar la atención de los contribuyentes sobre una serie de tareas que, como hay que hacerlas en algún momento, es momento de actuar. De otra forma, se puede perder de vista el listado básico de temas pendientes.

Debemos tener al menos los siguientes aspectos cubiertos en nuestro segundo semestre de cuatro meses efectivos: conciliación de nuestros saldos de impuestos con la cuenta integral tributaria de la Administración, análisis de las contingencias fiscales que se han acumulado y deben remediarse con antelación al cierre del año fiscal; preparación y análisis de las proyecciones de bases imponibles de la empresa y del grupo económico en los casos que aplique. De igual manera, tener los análisis preliminares del cumplimiento de las políticas de precios de transferencia.

Veamos cada elemento de la lista, enunciativa no exhaustiva, que debemos arreglar antes de irnos de fiesta mundialista y navideña. Esto sin detrimento de otros asuntos que, desde la óptica comercial y empresarial, sean parte de las prioridades de gestión que deben asumirse y ser resueltas.

La conciliación de saldos con la Administración Tributaria a través de la cuenta integral del contribuyente es una tarea engorrosa, incluso antes del hackeo, por el exceso de información “basura” que estaba en los sistemas de la Administración. Quedaba y queda en cabeza del contribuyente la carga de prueba sobre la bondad de sus saldos.

Esta situación tiene incide en el flujo de caja del negocio y en la capacidad de participar en concursos de compra pública de diversas gamas. Siempre se requiere del participante demostrar estar al día con la Administración, sino queda excluido del concurso, licitación o compra directa del Estado o sus instituciones.

El análisis de las contingencias fiscales y las oportunidades de ahorro tributario debe ser tarea prioritaria de todo empresario. En el ambiente fiscal en el que nos desenvolvemos, la documentación soporte de cualquier contingencia debe estar acompañada de comprobantes electrónicos con fecha y hora cierta previa al final del día 31 de diciembre. A partir de ese momento se da por no pertinente al período de la cuenta, en particular la de costos y gastos deducibles. Podría estar aumentando innecesariamente la base imponible de su negocio, más allá de lo que debe ser la tarifa efectiva del impuesto sobre la renta.

La tarifa efectiva del impuesto sobre la renta es la cuota tributaria compuesta por el impuesto corriente que resulta de aplicar el tipo impositivo a la base imponible de la empresa. Esta es corregida a través de la conciliación fiscal – en este caso proyectada – con la aplicación de las exenciones en base imponible respectivas. Todo buen empresario o gerente, debe asegurarse de estar aprovechando sus reducciones y ser consciente de las adiciones que, en la materialización del impuesto de renta diferido de períodos anteriores, corresponda reconocer como impuesto corriente.

Si usted es empresario, gerente de impuestos, gerente financiero o en organizaciones de reducida dimensión responsable contable, una de las métricas de exitosa gestión es que cumpliendo con la normativa la logre aprovechar minimizando al “minimis” legal, ya que esto indica que ha apalancado estratégicamente su empresa en un mercado inmisericorde de competencia.

Las empresas con operaciones con partes relacionadas y vinculadas deben contar, ya sea con la revisión de las políticas de precios de transferencia existentes, o alternativamente y con mayor sentido de urgencia, la elaboración de sus políticas que le aseguren cumplir con lo dispuesto por el artículo 81 bis de la Ley de Impuesto sobre la Renta y su reglamento, en cuanto operaciones locales e internacionales.

La agenda de orden sensato debe ponerse en marcha a la brevedad. ¡Es urgente hacer lo que se tenga que hacer y hacerlo ya! No dejemos para luego temas cuya reversibilidad puede llegar a ser absolutamente inviable o altamente riesgosa, en el despertar del año nuevo 2023, para cuando sea demasiado tarde.

Tome control del volante, considere el combustible temporal que tiene su carro, calcule las distancias de recorrido y planee este viaje del segundo semestre acortado con inteligencia y adaptabilidad, recordando que no es el más fuerte, sino el que mejor se adapte el que sobrevivirá.

 

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